domingo, 17 de agosto de 2014

Celsius14: Mesa redonda de fantasía con Rothfuss, Sanderson y Abercrombie.

Como algunos sabréis sin duda este año tuve el placer de acudir al Festival Celsius 232 y fue una experiencia genial. Uno de los eventos que esperaba con más ganas era la mesa redonda de fantasía formada por tres de mis escritores favoritos del momento: Brandon Sanderson, Patrick Rothfuss y Joe Abercrombie. 

Como tenía muy buena pinta, decidí grabar el audio, ya que pensé que a lo mejor podría utilizarlo a la hora de elaborar mi vídeo del evento. Por unas cosas y otras no grabé nada, pero la charla fue excelente. De esta forma he decidido transcribirla y compartirla con vosotros. 

Aviso para navegantes, la traducción es mía, aunque a veces algo apoyada en la excelente labor de Diego García Cruz, el traductor. ¿Que quiere decir esto? Dos cosas. La primera, ni soy traductora, ni filóloga ni he estudiado inglés de forma profesional, esto es, puede haber seguramente haya errores de traducción. Segundo, si vas a copiar algún fragmento en tu blog, cosa que eres absolutamente libre de hacer, cítame como fuente. Son cerca de 10 páginas de word y me ha costado bastante traducirlo por lo que lo agradecería. 

También, he resumido algunas preguntas del público porque me parecía absurdo transcribir las flores que le echaban a los autores y demás elogios. El tiempo es oro. Dicho esto, a lo que os interesa. La charla.

Foto de @festivalcelsius

Abercrombie: ¡Qué detalle que hayáis venido aquí solo por mi! Gracias.

Cristina: En realidad hay que decir que Ruescas cerró la mesa anterior diciendo “bueno, ahora vienen Abercrombie y unos más”. ¿Si o no? Pues supongo que este es el momento que estabais esperando, muchas gracias por estar aquí.
Bienvenidos a este acto que va a ser el último que tengamos en este auditorio este año. Todavía no termina el Celsius, el Celsius termina cuando terminen los Hijos de Mary Shelley y cuando termine la Noche Loca de Jesus Palacios. Creo que no se llama la Noche Loca de Jesús Palacios, pero es muy loca.
Lo primero de todo, antes de que el resto de mis compañeros me impidan ponerme moñas al final, es decir que con invitados como estos y con público como vosotros, ¡joder, que gusto da hacer festivales!
Y entonces, simplemente, para dejar el máximo tiempo posible esto no hay otra manera de decirlo. Es el momento en que se juntan los tres tíos más importantes, y más grandes, de la fantasía actual con permiso, o sin él, de George Martin. No creo que en ningún momento ellos me contradirán, jamás se ha dado una masa crítica de talento, ingenio y buena gente como la que hemos juntado aquí hoy y aquí con estos tres autores. Nos han creado mundos, nos ha regalado mundos, nos han dado algunas de las mejores horas de nuestras vidas, y esos mundos están anclados en una realidad cercana, lejana… Me gustaría saber, la primera pregunta que espero que respondan muy rápidamente para daros paso a vosotros es, ¿hasta qué punto es necesario que estos mundos fantásticos tengan un ancla en la realidad? ¿Es necesario, es un lastre?

Abercrombie: me acerco poco a poco hacia el micrófono, ¡así que creo que soy yo! Iré primero y después me aferraré a él durante setenta minutos y nadie más podrá hablar. Este será mi plan: sin pausas, sin dudas, pondré a Diego (el traductor) a prueba al final para ver si lo tiene todo correcto así que… empezamos ahora, comienza a escribir.
Diría que la realidad siempre es algo muy interesante a la hora de crear un mundo de fantasía. Me explico, toda la ficción tiene lugar en mundos inventados, incluso si ese mundo es el nuestro. Pero creo que es importante que la fantasía tenga un sentimiento de realidad, que los personajes sean creíbles, auténticos. Que todo parezca real. Porque al final, la fantasía, incluso si escribes sobre un lugar inventado, un mundo de un estilo medieval, no puedes perder el hecho de que estás escribiendo para la gente de hoy en día: la audiencia moderna. Si escribes para un público de un mundo medieval… están muertos, no tienen dinero, serás un escritor MUY pobre. Así que pienso que el público ha de estar definitivamente vivo.
Entonces, escribes para el lector moderno. Uno mismo es una persona moderna, la forma en que nos expresamos es moderna. Y quieres tratar temas actuales, quieres hablar de cosas sobre las que haya un interés. De esta forma creo que es inevitable, quieras o no, que tu fantasía tenga un origen en la realidad. Y con suerte será creíble y verdadera a ojos de sus lectores. ¿Así está bien, Diego, o quieres que hable un poco más?

Sanderson: Si, creo que eso más o menos responde a toda la pregunta. Buen trabajo. (Hace como que se levanta y se va).

Rothfuss: bueeeeeeno. Yo no soy un gran fanático de la realidad. Me parece que la realidad es un concepto muy escurridizo si empiezas a darle vueltas. Mayormente, lo que intento es ser coherente. Una historia ha de ser fiel a sí misma. Necesita establecer y seguir sus propias normas. Y eso es complicado porque puedo hacer eso para mi, pero eso no es lo importante, sino que tengo que hacerlo para un público el cual ha tenido experiencias totalmente diferentes. Si sabes que estás leyendo un cuento de hadas, como Caperucita Roja; y el lobo comienza a hablar, a nadie le sorprende. De otro modo, si estuvieras leyendo un libro de fantasía urbana y un lobo hablase, bueno, tal vez te sorprendiera un poco si es algo que sale de la nada. Si un lobo comenzase a hablar en un mundo de fantasía épica, bueno, sí, tal vez eso sí que te sorprendería bastante.
De esa forma eso creo que es lo más importante al crear un mundo, más que el sentimiento de realidad, es la coherencia del tipo de historia que estás contando. No que sea cercana a esta realidad, sino que siente las bases de su propia realidad, si es que eso tiene sentido. Buena suerte traduciendo eso.

Sanderson: recuerdo estar escuchando los comentarios de los actores de los extras de la película de El Señor de los Anillos. Y, creo que era Christopher Lee quien hablaba, el tipo que hace de Saruman, ¿vale? El fue un amigo personal de Tolkien. Y en el comentario él estaba hablando de cuan real Tolkien era, y repetía todo el rato algo así como “es que no lo entiendes, este no es como esos otros libros de fantasía”. La fantasía era tratada como si fuera real. Y me gusta su ímpetu, pero creo que ese no era el punto porque eso es lo que la ficción hace. La ficción es coger algo que no es real, que no existe, ninguna de las personas sobre las que lees existe. Incluso si lees una novela histórica, están siendo ficcionalizados. Cuando coges un libro y lees sobre Jane Austen, o cuando lees sobre Kvothe, es lo mismo: son gente imaginaria. Y nuestro trabajo, es hacer que te importe algo imaginario. Lo que me encanta de la fantasía es que es un género valiente. Es como, vamos a ver qué podemos hacer que os creáis, qué es lo que podemos “colaros”. Vamos a ser incluso más retorcidos, vamos a coger la cosa más extraña e intentar que os importe, que os preocupéis por ella. Y esos sentimientos, como Joe ha dicho, eso es lo que es real. Esa preocupación es real, está en vosotros y eso la hace real. Todo lo demás son espejos, humo e ilusiones. Y no importa cuán loco sea el asunto mientras podamos hacer que os importe. Y creo que ese es el meollo.

Jorge: los tres, en sus obras, alcanzan momentos de verdadera literatura épica y la épica se relaciona mucho con la figura del héroe. A través de sus obras hemos visto héroes muy diferentes, hemos visto héroes… menos héroes incansables. Hemos visto a gente que se cansa pero sigue luchando, hemos visto anti héroes, hemos visto distintas aproximaciones a la figura del héroe. Me gustaría que nos contaran un poco de qué manera se sienten más cómodos, cuál es para ellos la figura del héroes ideal en sus trabajos.

Rothfuss: (salta y se abalanza sobre el micrófono llegando antes que Abercrombie) En tu tiempo, los griegos ya idearon una gran fórmula para crear héroes. Bueno, eran un poco sexistas, pero eso ya lo sabéis. Eran hombres, altos, con un defecto. No hay héroe sin tragedia, no hay héroe que no tenga un defecto, y no puedes ser un héroe a no ser que seas, bueno, probablemente un hombre…

Sanderson: ¿Y Antígona?

Rothfuss: Cierto, eso es, Antígona es de hecho un gran ejemplo de que rompieron sus propias reglas nada más hacerlas. Cuando nos olvidamos de eso, cuando pierdes ese defecto, esa tara, todo comienza a caerse a pedazos. Esas historias sobre héroes no necesitaban villanos porque el héroe ya fastidia las cosas él solito. Tan pronto como eliminamos el defecto del héroe, lo que tenemos es un superhéroe, y ese es el motivo por el cual Batman necesita al Joker, Superman a Lex Luthor. Es que imaginaos a Superman él solo. (Pone pose de Superman) ¡No hay historia! No hay retos, no hay tensión. Y los escritores se dieron cuenta de ello relativamente rápido, de tal forma que tienes que introducir un defecto externo. Lo que es realmente interesante es que este defecto externo es el villano que desafía al héroe. Pero lo que es aun más interesante, es preguntarse quién termina siendo el personaje más interesante. El villano es siempre el personaje más interesante en esas situaciones. Esto quiere decir que a la hora de hacer un héroe no seas rácano con los defectos. Cuantos más defectos tenga el héroe, más interesante será, desde mi punto de vista.

Abercrombie: supongo que esa ha sido una buena respuesta, Pat. ¡Maldito sea! Ahora tengo que pensar en algo interesante que decir. Leí mucha fantasía de niño a la sombra de Tolkien, quien presentaba héroes que eran heroicos en sí mismos, con motivos puros. Tenían motivaciones heroicas, hacen actos heroicos, y tienen éxito. Son buenos en todos los sentidos. Tienen sus momentos de bajón pero eso no te hace dudar en ningún momento de que sus motivaciones son heroicas y buenas. Supongo que en la vida real, a pesar de que nos gustaría presentar a los deportistas y políticos de esta forma, a menudo encontramos que tal vez no son tan puros. Pero aun así, todo el mundo parece ser capaz de hacer algo heroico, algo noble, son capaces de sacrificarse si se dan las circunstancias adecuadas.
Supongo que yo siempre he estado más interesado en quitar esos fragmentos de heroísmo, ¿sabéis? Hay personas con motivaciones muy egoístas cuyos actos resultan heroicos. O alguien que se comporta de forma heroica, por ejemplo, lidera la carga de la batalla, pero obtiene resultados horrorosos. Para mi esa es la cuestión, ¿quién es el héroe? ¿El hombre con acciones desinteresadas, o aquel que termina haciendo actos heroicos a pesar de sus horribles motivaciones? No creo que haya una respuesta sencilla para esto. Yo siempre he estado más interesado en ese tipo de preguntas que aquellas que tienen una solución simple, si queréis verlo así. La vida real no te suele dar respuestas, sino que te ves obligado a tomar partido. Disfruto con el punto de vista en que el héroe tiene dudas.

Sanderson: creo que yo tengo un enfoque ligeramente diferente en este asunto. Creo que lo que se ha dicho está muy bien, pero creo que no hay único tipo de héroe. Lo que se ha dicho es muy importante sí. En la literatura contemporánea los personajes monocromáticos son malos personajes, no importa como sean. Aragorn es un gran ejemplo. Creo que es una de las cosas que las películas mejoraron  del libro. Aunque también hay muchas cosas que creo que no se mejoraron. El darle al personaje de Aragon un poco de arco de personaje, en el que no está seguro de si quiere ser un líder o no, dio muchísima profundidad a su personaje. De esta forma, añadiendo un matiz a este personaje, sacándolo un poco de la monocromía, lo hizo más profundo, más fácil de simpatizar con él.
El punto en que difiero, es que creo que aun hay espacio tanto en la literatura como en las historias para personajes a los que admiramos. Para personas que hacen lo correcto con las motivaciones correctas. Quiero que los personajes tengan muchos arañazos, un montón de aristas, no quiero que sean monocromáticos. Quiero que tengan miedos, y dudas y problemas y que la líen una y otra vez, pero al final de todo aun disfruto leyendo sobre gente que intenta hacer lo correcto desde su punto de vista, independientemente del bando en que estén, y que se levanten y lo hagan.  
Si preguntas a la gente por su personaje favorito de El Señor de los Anillos todos te dirán que Samsagaz Gamyi…

Abercrombie: (interrumpiendo) No no, ¡Saruman! Saruman es mi personaje favorito.

Sanderson: ¿Saruman, eh? Sí, el tuyo y el de Christopher Lee (el actor que interpreta a Saruman en la película). Vale. Sam tiene muchas limitaciones. No es perfecto, es un personaje con limitaciones, no es especialmente listo, ni sabe mucho de lo que está pasando. Tiene muchas cosas en su contra. Pero al final del todo, Sam es quien da el paso para salvar al mundo. Y ese es el tipo de héroe sobre el que me gusta leer. Y es un tipo diferente al que han descrito mis compañeros. Creo que hay espacio en la literatura para todo tipo de opiniones y esto es lo que me gusta de la fantasía de los últimos quince años. Creo que la definición de fantasía se ha expandido, y hay más opciones para los héroes y lo que significa serlo. Ha hecho que el campo sea mucho más diverso. Creo que es muy fuerte y sano para el género como un todo.

Rothfuss: es un gran ejemplo Sam. Y El Señor de los Anillos es genial porque, de hecho, tiene el tipo de héroe que os he descrito antes. Aunque mi héroe es Gandalf, que nos sirve de ejemplo. Es un héroe con defectos y lo es porque está lleno de dudas, pero a pesar de ello es un héroe. El… hun… vence a Saruman (se rie) quien es el tipo de héroe de Joe, de eso no cabe duda.

Abercrombie: ¡Pues claro que Saruman es un héroe! Él solo trata de crear un mundo mejor para los orcos. No lo entendéis.

Rothfuss: A lo mejor no es tanto Saruman como Boromir... Y volviendo a Sam. Bueno, realmente toda la trilogía es sobre Sam. Sam es el protagonista. (Risas entre el público). Lo digo en serio. Si no os habéis dado cuenta de esto, os habéis perdido algo. (El público se rie aun más). Es que… no estoy de broma. (Más risas).

Sanderson: os estáis riendo todos. (Más carcajadas). ¡Pero si lo dice en serio!

Rothfuss: pensad en cómo termina la trilogía. ¿Qué pasa al final? Termina con Sam, todo va sobre Sam… Leedlo de nuevo y veréis a qué me refiero.

Abercrombie: bueno, y ahora voy a continuar con una respuesta muy larga para ver cuánto tiempo aguanta Diego tomando notas para luego traducir…

Rothfuss: creo que deberías usar un bolígrafo de diferentes colores.

(Diego traduce y cuando termina el público aplaude).

Abercrombie: no es justo, tú vienes te curras una respuesta y el traductor siempre se lleva el aplauso más grande. Nosotros somos ignorados y luego llega él y hale, todo el mundo aplaudiendo al traductor.
Ahora en serio, solo quería decir rápidamente que me ha parecido un gran punto lo que ha comentado Brandon antes sobre la diversificación de la fantasía y los diferentes estilos de héroes. A pesar de que siempre ha habido gente haciendo un trabajo muy bueno en el género, en los ochenta-noventa lo que era comercial y lo que vendía era lo brillante, lo optimista, lo heroico. Y creo que es muy bueno que ahora haya muchos estilos diferentes que sean ofertados al lector. Me gusta usar la metáfora de un restaurante. Me encanta la comida china, la italiana, la española, la hindú… me gustan muchos tipos de comida. Pero si yo abriese un restaurante, probablemente tendría que elegir un único tipo. Lo cual no quiere decir que el resto hayan dejado de gustarme. Y el tener muchos restaurantes en el barrio solo contribuye a que haya una mayor oferta y variedad. Lo cual es beneficioso para el comensal. Ahí lo tenéis, metáforas para vosotros.

Rothfuss: pero si se le pone jamón serrano a todo…

Sanderson: cuando vayáis a elegir un libro nuevo, y vayáis a la librería, recordad que Pat Rothfuss odia vuestro jamón serrano. ¡A Joe y a Brandon les encanta!

Jorge: en seguida vamos a abrir el turno de preguntas. Pero organizar un festival como el Celsius lleva muchos meses, mucha ilusión, muchas ganas y luego, consigues tener una mesa tan extraordinaria como esta. Y jolín, nosotros somos ante todo aficionados también, estamos encantados. Entonces, Cristina como 33% ha podido hacer su pregunta, yo he podido hacer la mía, y antes de pasaros el turno, queremos que Diego también pueda hacer la suya. Así que Diego todo tuyo.

Diego: muy bien. Mi pregunta, que ahora traduciré a los tres, es que por un momento, imaginen que están solos en casa, que están escribiendo. Dicen que el primer lector de un escritor es él mismo. Quiero que me digan de donde salen sus historias. Que no me vengan con coñas de que de las entrañas, o la cabeza o no sé qué. Yo tengo sensaciones cuando leo sus obras, a veces me provoca una respuesta más intelectual, a veces me arrancan una sonrisa, a veces me conmueven de una manera diferente y es algo que estos tres señores son especialistas en hacer. No voy a decir cual me provoca cada una de las respuestas, supongo que está bastante claro, pero bueno. Lo que me gustaría es saber cómo lo hacen ellos. ¿De dónde sale? ¿Cómo es su relación consigo mismos como lectores y como autores a la vez?

Sanderson: (responde antes de que se traduzca la respuesta) ¡Sí!

Abercrombie: (mientras Diego está traduciendo de forma resumida dice “bla bla bla” y se queda rumiando la expresión) oh, bla bla bla… Pues… la inspiración viene de las entrañas.
No, en serio, creo que es siempre una pregunta muy complicada de responder. Porque gran parte de ello es instintivo, o por lo menos lo es para mí. Tienes que planificar, por supuesto, planificar la historia y que fragmentos vas a incluir en ella. Tratas de hacer una historia dramática, con un gran crescendo o algo sorprendente. Tratas de reflejar momentos que sean emocionantes. Pero la forma en la que eso toma vida… Realmente hasta ahora la historia solo era una sucesión de acontecimientos, lo cual no es ni interesante ni tiene personajes que hablen, se comporten o piensen. Es muy complicado decir de donde salen esas personalidades. No solo tienes que hablar sobre ellas, sino que tienes que desarrollarlas. Puedes tener una idea para un personaje: sabes qué papel desempeñará en la historia, lo altos que son, el color de su pelo, ese tipo de cosas. Pero hasta que no te sientas y comienzas a pensar en ese personaje, en cómo habla, cómo se relacionan con otros personajes… ¡aun no está respirando! Para mi es extraño como algunos personajes cobran vida instantáneamente, surge su faceta interesante y se desarrollan casi solos. Otros, sin embargo, son muy planos, y te lleva muchísimo más trabajo el llevarlos a la vida. Asi que, me encantaría tener una mejor respuesta para ti, pero es que viene de las entrañas.
Supongo que también te influencia todo lo que has visto, leído, y experimentado en la vida, ya que todo esto, como dice China Mieville, se queda dentro de tu cabeza formando una “sopa mental”. Va hacia un batiburrillo en tu cabeza, se mezcla todo y forma una extraña mezcla de donde luego saldrán cosas que tal vez no te esperes. Y claro, en el apartado técnico hay muchas cosas que puedes hacer. Cuando revisas el texto y lo pules, el resultado tiene que transmitirte un sentimiento de naturalidad, una vez has terminado de releerlo y queda revisado. Quiero decir, mi primeras versiones, no me malinterpretéis, son geniales, ¡por supuesto, qué menos! Muchos autores matarían por tener novelas terminadas tan buenas como mis primeros borradores. En el camino desde el primer borrador hasta el final, hago muchísimo trabajo de pulido en la trama y los personajes. Hay que prestar atención a los momentos claves y a como se llega a dichos momentos. Pero todo viene de las entrañas.

Sanderson: tenemos que impedir que Joe responda el primero, sencillamente porque es demasiado listo y nos deja mal a los demás. Y citando a China Mieville, estás haciendo trampas.

Abercrombie: No pasa nada, él [China Mieville] a menudo me cita a mí.

Sanderson: Para mi los personajes son la parte más difícil a la hora de ponerme a trabajar. Cualquier emoción o sorpresa procedente del libro viene de los personajes. El divertirse con el mundo, el argumento, es no es lo importante, el punto emocional lo ponen los personajes. Porque ellos son el corazón del libro y, o triunfan, o fracasan porque son planos, o se quedan a medias entre ambas. Y las emociones fuertes del lector vienen de buenos personajes. No sabría decir como lo hacemos. Yo no sé, como lo hago.
Soy profesor de escritura creativa en la universidad, y cuando llegamos a la parte de los personajes, me quedo como “bueno, esto lo siento, pero no os lo puedo explicar, chicos. Clase terminada.” No, es broma. Yo soy un “outliner”, a mí se me ocurre un argumento de forma muy general, y un contexto, un mundo para ese argumento. Y hacer todo esto me lleva mucho tiempo porque me encanta. Luego, me siento y digo “bueno personajes, comencemos.” Y entonces comienzo a escribir, y de ahí crecerá un personaje o no lo hará. Si no lo hace, tiro ese capítulo a la basura y comienzo de nuevo para ver si otro nuevo personaje surge de esta sopa mental, por decirlo de alguna forma. Y si por lo contrario, surge algún personaje interesante de ello, continuo con ello, de lo contrario, otra vez, lo tiro a la basura. A veces pasa a la primera, a veces necesitas tres o cuatro intentos, a veces casi has terminado y te das cuenta de que no termina de funcionar, pero te da la sensación de que a lo mejor al revisarlo sí que puedes terminar de pulir los detalles pendientes.
Pero realmente no puedo decirte como sucede esto, excepto tras leer muchísimo, escribir muchísimo, e intuir que ideas de personajes son buenas y pueden ser exploradas. Eso puede ser frustrante a la hora de ser un “outliner” como yo, ya que un personaje puede comenzar a destrozarte el argumento que ya habías ideado, y tú como escritor piensas “no, no voy a hacer eso, ya no te quiero en mi libro, ¡estúpido personaje!” Pero hay veces que eso pasa, y no me frustro ni me sorprendo, sino que realmente me doy cuenta de que este personaje sencillamente ha llegado a ser algo más increíble de lo que pensé que sería posible hasta el punto en que sobrepasa incluso a la trama que había creado inicialmente. Entonces lo que tengo que hacer es desmontar el argumento para reconstruirlo en algo que congenie con este personaje. ¿Y cómo sucede eso? “Sopa mental”, sip, definitivamente.

Rothfuss: (se lo piensa mucho antes de comenzar a hablar). ¿Cómo sabes cuánta sal echarle a la comida? Así es cómo lo sabemos, cómo lo hacemos.

Jorge: bueno, pues el que quiera aprovechar para hacer alguna pregunta.

P: en toda la charla lleváis haciendo constantemente referencias a Tolkien a El Señor de los Anillos, y yo lo que me pregunto es en el mundo de la fantasía donde parece que todo ya lo creó Tolkien, donde es la referencia de seguir “un dragón, un elfo” y dices, pues El Señor de los Anillos; donde si oyes magia dices “Harry Potter”. ¿Cómo conseguís innovar? ¿Cómo conseguís crear algo nuevo, dejar huella?

Rothfuss: el secreto es darte cuenta de lo que has leído y lo que ha sido hecho en exceso. Y eso es muy difícil. Mi primera novela de fantasía no tenía ningún personaje femenino. Ni uno solo. Y estuve escribiéndola durante tres años antes de darme cuenta de ello. En ese momento, solo me di cuenta porque alguien me lo dijo. ¡Y no les creí! Entonces, ¿creéis que me senté y dije “voy a proponerme escribir un libro que no tenga ni una sola mujer”? No, en absoluto. Existían las Eddas, y luego Tolkien escribió sus historias basándose en las Eddas, y los libros de Tolkien fueron muy populares de forma que la gente imitaba a Tolkien, y luego la gente imitaba a la gente que imitaba a Tolkien. Y se creó esa tendencia. He leído dos mil de estos libros y lentamente asimilé el conocimiento de que las mujeres no eran relevantes. Así es como estos fragmentos de “enfermedad cultural” se propagan y yo habría formado parte de ello si hubiera sido publicado en aquel entonces. Afortunadamente, me llevó veinticinco años más. Tengo que agradecer el haber sido apaleado por un grupo de adorables feministas que han metido algo de sentido común en mi cabeza. Ahora, tengo mucho cuidado ya que sé que tengo que oponerme a ese sexismo que he absorbido a través de la cultura. Al igual que… no sé, no se me ocurre ninguna analogía ahora… da igual. Pero es que esto es así, incluso si no te das cuenta o si no quieres.
De igual forma, se asimilan todos los clichés y estereotipos. A veces eso está bien, puedes contar un buen cuento de hadas si es solo eso a lo que aspiras. Puedes contar una gran historia de aventuras que solo sea una gran historia de aventuras. Pero una vez comienzas a darte cuenta de que todas las historias de aventuras tienen la misma dinámica, es cuando comienzas a ser capaz de jugar en una liga totalmente diferente. Ese es mi juego. Ahí es donde vivo.

Abercrombie: iba a decir que Tolkien obviamente ha sido una influencia masivamente importante, tal vez más que ningún otro en la fantasía. Pero no es el único. Incluso cuando él escribía, ya lo hacía inspirado en la tradición de las Eddas. Pero nos podemos remontar hasta los griegos, o antes de hecho, o escritores como Howard, Fritz Leiber y Jack Vance, que tenían unos estilos muy diferentes en épocas muy semejantes. También hay escritores posteriores, como Martin, que se han desviado del género. De hecho, hay escritores… ¡que no escriben fantasía! Escriben thrillers, y novelas románticas, no ficción, todo tipo de trabajos. Podéis aprender de todo tipo de escritura. (Rothfuss se ríe a carcajadas). Bueno, menos Pat, que ya lo sabe todo y no le hace falta leer más géneros.
Creo que, de algún modo, a lo que la gente siempre reacciona no es al lugar en que el autor se posiciona en el género o cuales han sido sus aportaciones o influencias del mismo, sino a la voz propia del autor, lo que sale de dentro. Creo que lo fascinante es hacer personajes originales, que los sientas como individuos únicos, y que el escritor te lo sepa trasmitir por la forma en que organiza las ideas y por como une la historia en todos los sentidos. Desde el vocabulario que usa, a las frases que crea o el estilo que tiene. Lo más importante es la relación que el lector crea con esos personajes.
Todo lo demás creo que son tonterías. Podrías volver a escribir algo del estilo de El Señor de los Anillos y hacerlo con una actitud y una voz totalmente diferente. Una vez más, resultaría fascinante. De hecho, sería incluso más fascinante, porque estás acostumbrado a ver esa historia siendo contada de otra forma. Creo que la reinterpretación de lo familiar con una voz nueva es lo que hace un género. Tenemos libros con trasfondos similares pero nuevas interpretaciones.

Sanderson: quiero añadir algo a esto rápidamente en lugar de elaborar otra respuesta. ¿Sabíais que, cuando barajeas unos naipes, estadísticamente, las estas ordenando de una forma en que nunca han sido ordenadas antes en todo el universo? Y esto sucede cada vez que lo haces, creas algo que el universo nunca antes ha visto. Algunas historias han sido escritas, muchas historias de hecho, pero nunca han sido escritas de la forma en que tú podrías escribirlas.

P: ¿Cuál es la mayor gilipollez que han hecho alguno de vuestros personajes?

Abercrombie: (se emociona y comienza a dar saltitos).

Rothfuss: ¿te refieres a que haga la historia más difícil de contar?

P: no, me refiero a que ellos como padres de los personajes a la hora de encauzarlos…

Abercrombie: bueno, yo soy padre, tengo hijos, y esa metáfora no me sirve porque mis hijos nunca hacen lo que les digo y a mis personajes les digo lo que tiene que hacer. De lo contrario, los mato. Punto.

Sanderson: yo hice que uno de mis personajes destruyera el mundo en una ocasión. De hecho, lo hizo. Se trataba de la saga de La Rueda del Tiempo, así que el personaje tenía el poder para hacerlo. Rompió la escena, destruyéndolo todo, ¡fue increíble! Estuve leyendo los libros por veinte años y la perspectiva de destruir todo el mundo... Aunque evidentemente eso no salió en el libro, pero ya me lo había quitado de dentro.

P: Mi pregunta es para Pat, ¿cuáles son los nombres de los días de la semana de El Nombre del Viento?

Rothfuss: hay un calendario en mi web.

P: ya han comentado lo difícil que es crear un personaje y sobre todo que les haga caso durante la historia. Quería que dijeran, y que se mojaran de ser posible, ¿cuál ha sido el personaje para ellos más fácil de crear y de llevar? Y sobre todo hacer mucho hincapié en lo contrario, ¿cuál ha sido el más difícil, el más complicado, y por qué?

Abercrombie: para mi los que tienen una aparición breve en páginas son los más sencillos. Para esos funciona tener un rasgo particularmente intenso y definido, pero tienes que ser cuidadoso, como a la hora de hacer un chilli fuerte. No quieres que sea muy flojo ya que está bien darle un poco de sabor picante a la historia, pero tampoco pasarte y saturarlo todo. Para mí esos son los sencillos.
El personaje más difícil de escribir fue Monza, la protagonista del cuarto libro. Creo que fue porque lo enfoqué como si fuera el segundo álbum de un grupo de música, que es siempre el más complicado. Había terminado la trilogía, que fue muy bien, y sinceramente pensé “buah, este lo voy a escribir volando”. Y de repente tenía nuevos personajes, nuevos escenarios, todo totalmente diferente, me volví loco. Me odiaba a mí mismo. Odié al libro. Todo era complicadísimo. Y el personaje principal, al final, también portaba esa gran carga y odio. Creo que me llevó más tiempo porque escribir desde el punto de vista de una mujer no es algo automático para mí. Me llevó tiempo decidir lo que quería hacer y luego hacerlo, e ir introduciendo personajes femeninos en los libros para hacerlos más diversos y variados. Así que creo que eso le añadió un nivel extra de dificultad. Fue una prueba el tener un personaje protagonista femenino, así que definitivamente fue el más complicado.

Sanderson: esta es fácil para mi, ya que recogí el testigo de La Rueda del Tiempo cuando ya estaba casi terminada y escribir personajes que, aunque estaba familiarizado con ellos y he crecido a su lado, no habían sido creados por mi fue un reto enorme. Fue muchísimo más difícil que cualquier personaje creado por mi porque tenía que ser consecuente con lo ya escrito. Es como repintar una mancha en una pared pintada. ¿Alguna vez lo habéis intentado? ¿A qué es difícil? Conseguir ese tono igual es imposible, siempre te quedas en ese que es parecido, pero no el adecuado.

Rothfuss: el más complicado para mi es Denna. Porque es cuestión del narrador. Hay dos narradores que en realidad son el mismo: están el joven Kvothe, quién puede hablar de las cosas del presente, y además está el Kvothe más mayor quien cuenta la historia de forma que cuando el joven Kvothe no tiene mucha idea de lo que pasó, el Kvothe adulto puede coger protagonismo y decir “chaval, en aquel entonces no tenía ni idea pero esto era lo que realmente estaba pasando”. Es algo así como la voz de la sabiduría y la experiencia.
Pero la verdad es que el Kvothe mayor también está aún muy afectado por esta mujer, lo cual es algo muy obvio, por lo que no puede acercarse y dar esa perspectiva en el libro. De esta forma tengo las manos atadas. No solo tengo una mano atada a la espalda, que es lo que pasa cuando escribes en primera persona, sino que si además eliminas a Kvothe como el narrador subjetivo, tengo ambas manos atadas a la espalda a la hora de tratar de traer a Denna al lector. Y eso hace que sea una putada escribir escenas de Denna. (Carcajadas del público). Hasta el punto en que si he fallado en algún momento en estos libros es en mi incapacidad para acercar a ese personaje al lector tanto como me gustaría.

Cristina: en exactamente dos minutos nos van a cortar los micros, nos van a apagar las luces, nos van a echar a patadas en el culo. Yo pienso exactamente lo mismo que tu y estoy poniendo la misma cara por dentro, pero reconozcamos que ni con una hora más tendríamos ni para empezar, ¿verdad? Así que chicos, este es el momento moñas que os decía, el momento en que nos decimos hasta el año que viene. 

8 comentarios :

  1. Hola! hace tiempo que no me paso por aquí, lo siento. No te vi por el Celsius, yo también estuve por allí, en realidad no tenía escusa para no ir viviendo en Asturias jeje. La verdad que la mesa redonda fue una auténtica pasada, yo aún me acuesto en la cama por las noches pensando en ella y siempre se me escapa una sonrisa. ¡Son geniales! y bueno gracias por la traducción, te lo has currado, así que ole tú. Esta bien tenerlo aquí por escrito ya que muchas cosas se me pasaron por alto y la verdad que ha habido momentos que no tienen desperdicio, lo que me he reído. Yo creo que otra igual no la vemos en la vida.

    Un besito guapa.

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  2. Madre mía... ¡¡¡QUÉ TRABAJAZO!!!
    La verdad es que fue de lo mejor del Celsius, ver a estos tres monstruos hablando <3

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  3. ¡Muchas gracias por esta traducción! En vivo debió haber sido alucinante. Amo a Pat, Brandon y tengo pendientes los libros de Abercrombie. Viva la Fantasía =D

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  4. que suerte conocerles y más escucharlos hablar de fantasía ^^

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  5. Hola: gracias por el trabajazo que te has pegado para traernos esto. Me quedé con ganas de ir al festival, a ver si el año que viene puede ser, aunque difícil veo que tenga el nivel de este año.
    Gracias de nuevo.

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  6. Jo, qué corto fue, no?? Oye te lo has currado un montón, Ithil, muchas gracias!!! Yo no fui al Celsius, pero tengo muchas ganas de probar a estos tres autores, así que me ha encantado ver sus opiniones, conocerles un poco más y saber de lo que se habló en esa fantástica charla!! Fue muy interesante, así que mil gracias por la transcripción + traducción!!
    Un besito guapa!

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  7. Vaya currazo te has pegado, buah. Solo por esto te mereces un aplauso brutal. (Fue una charla impresionante y veo que te impresionó lo suficiente como para transcribirla.)

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  8. Hola!
    Qué rabia que me perdí el Celsius, de verdad :c

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