Los días que nos separan – Laia Soler

Título original: Los días  que nos separan Libro independiente Autor: Laia Soler Número de páginas:  416 páginas Editorial: Plataforma Neo Precio: 17 € ISBN: 9788415750239 Año de edición: 2013

 

“Abril está obsesionada con sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se le aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onírico, el chico es Víctor, un burgués de la Barcelona de 1914, y ella... Ella ni siquiera es ella misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor.

Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.”

Bueno, la mayoría de blogueros que disfrutan de la literatura juvenil creo que no necesitarán leer este apartado. En mi caso ‘conozco’ a Laia por leerla desde su blog, Alas de papel, y aunque inicialmente la novela me llamó la atención, no fue sino por la increíble cantidad de reseñas positivas que lo leí tan rápido. Muchos sabréis que yo soy más de magia que de romanticismo, pero seguir leyendo.

Antes de nada, especificar que, aunque no soy muy fan de la literatura romántica, había ido leyendo reseñas, y la verdad es libro tenía una pintaza. Todo el mundo hablaba maravillas de él, y de Laia, y esto, por supuesto, crea expectativas. ¿Por qué os explico esto? Bien. Porque fui llevada por el entusiasmo colectivo y cuando comencé a leer tenía unas expectativas muy altas. Y comprobé que las expectativas eran totalmente merecidas. También, debido a la gran cantidad de reseñas, en esta, me centraré en los aspectos que personalmente más me han gustado. Ahora, vamos con lo que os interesa. O no. Pero bueno, como siempre, os dejaré mi opinión.

Los días que nos separan, como ya sabemos por la sinopsis, combina dos historias. Tenemos capítulos que, intercalados y de longitud desigual, nos van narrando la historia de Abril en tercera persona, y de Marina, en primera persona. Abril es una chica, actual, como cualquiera de nosotras, apasionada por los libros y con grandes amigos. Marina, una joven de principios de siglo que, aunque vive en una época muy diferente, nos demuestra que en materia de sentimientos muchas veces no importa el tiempo.

El estilo es sencillo, pero a la vez, increíblemente cuidado. En cada cambio de capítulo podemos ver claramente las diferencias, y no solo pro el cambio de narrador. Pasa de un estilo diario y cercano para cualquiera de nosotros, a las cadencias formales de comienzos de siglo veinte sin que suene forzado o fuera de lugar. Descripciones precisas, tanto del presente como del pasado, nos llevarán a los escenarios de nuestros protagonistas, pero sin llegar a hacerse pesadas. Realmente, la escritura de Laia es muy amena, y a medida que vamos leyendo nos engancharemos cada vez más a la historia. Además, podremos encontrar algunos guiños y múltiples referencias, a historias que conocemos muy bien.

A pesar de mi desconocimiento de la historia española, bueno, la historia en general… creo que la novela cuenta con un gran trabajo de documentación e investigación a sus espaldas. Todas, las calles, lugares, ambientes, descritos con esmero, cual fotografías, son realmente consistentes, tienen una base en la que apoyarse.

La trama, aunque en apariencia sencilla, da mucho de sí. Pues, de forma progresiva vamos entrando en las vidas, y familias de nuestras protagonistas. Esto es algo que me ha gustado. Muchas veces, en los libros, a pesar de tener un protagonista, este carece de trasfondo. Sí, tiene una familia y amigos, pero porque tiene que tenerlos, no sé si me entendéis. Están ahí porque tienen que estar pero a la hora de la verdad, no aportan nada ni están cuidados. En este caso, encontramos todo lo contrario. Tanto las familias de Abril, como la de Marina, tienen una importancia capital en la novela. Y, por supuesto los amigos, destacando a Héctor y Mario, a los cuales no em hubiera importado leerles más a menudo.

No obstante, y aquí viene mi único ‘pero’ al libro, para mi gusto, la historia de Abril se me ha hecho corta, es decir, creo que hubiera podido dar mucho más de sí. Es cierto que vivimos la historia de Marina a través de Abril, y eso limita un poco su personaje, pero me hubiera gustado leer más de ella. Abril, por descontado me ha encantado, de hecho, de las dos, me quedo con ella, pero ciertamente sus partes tenían una dinámica más repetitiva que las de Marina y me he quedado con ganas de más. ¡Sobre todo por ese final!

Y es que creo que, un lector, tendría muy complicado no empatizar con Abril. Una chica joven, que ama los libros, que tiene sus más y sus menos con su familia, y que se encuentra agotada por los estudios y el día a día. ¿Os suena? Creo que, buscando un poco, o mucho depende de la persona, podemos encontrar un poco de Abril en todos nosotros. Pero, a pesar del siglo que nos separa de ella, también podemos sentirnos como Marina. Tanto en el pasado como en el presente, la posición social, el qué dirán, y el dinero son factores muy importantes. Y es que podemos ver guiños a nuestra sociedad tanto en el presente como en el pasado, lo cual no deja de ser preocupante.

Los personajes, una de las delicias de la historia, son totalmente coherentes y además, no dejan de evolucionar en toda la novela. ¡Ay Víctor, quién te ha visto y quién te ve! Qué gran personaje. Y aquí quiero hacer un pequeño inciso sobre un personaje que, por lo que he podido ir leyendo, ha pasado bastante desapercibido, y es Cisco, el hermano de Marina. Marina, al comienzo del libro, es una  trabajadora de época normal. Matándose de sol a sol para llevar un salario ínfimo a casa, donde además, es infravalorada por su padre, para quien nada es suficiente y todo mejorable. Y en este contexto tenemos a Cisco, su hermano, quien a pesar de las rígidas ideas de la casa y el exterior, es todo un revolucionario: lucha y cree por un futuro mejor e igualitario. Se mete en líos y termina siempre perdiendo, pero no pierde ese brillo de esperanza y esas ganas de luchar que, desde mi punto de vista, son un catalizador en toda regla de la novela.

¿Dónde quiero llegar con esta reseña tan atípica? Bueno, quería haceros ver que Los días que nos separan no es solo una historia de amor. Por lo que no la descartéis por ello. Con una documentación y estilo muy cuidados, nos sumergiremos en la vida de Marina, que son los sueños de Abril, y la vida de la propia Abril. En una época donde el dinero y la clase social son lo más importante, ¿te conformarías con lo que tienes, o lucharías por lo que sueñas? Y, si un día te encontrases con un desconocido y comenzaras a tener extraños sueños del pasado, ¿qué harías?

Creo que, una imagen vale más que mil palabras, así que os pongo una foto de cómo ha quedado mi libro después de la lectura. 

Lo que más me ha gustado: Estilo y trama de la novela. Documentación sobre el trasfondo. Personajes coherentes y que evolucionan. Destacando a Cisco.  El final.

Lo que menos  me ha gustado: Dinámica de las partes de Abril.

Otras opiniones:

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Mike de Alas de Papel

Jorge de Juvenil, famtástica o lo que se tercie

Valoración global: 4/5 

‘Realmente me ha cautivado’