- Título original: The Road
- Saga: Libro independiente
- Autor: Cormac McCarthy
- Número de páginas: 224 páginas
- Editorial: Mondadori
- ISBN: 9788439720775
- Año de edición: 2007
- Plaza de edición: Barcelona
"La carretera, novela
galardonadacon el premio Pulitzer 2007 y best seller literario del año en
Estados Unidos, transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un
paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente
holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje
con él. Rodeados de un paisaje baldío, amenazados por bandas de caníbales,
empujando un carrito de la compra donde guardan sus escasas pertenencias, recorren
los lugares donde el padre pasó una infancia recordada a veces en forma de
breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar,
huyendo de un frío «capaz de romper las rocas»."
Para hoy tenía un plan
completamente diferente: salir a dar una vuelta, y escribir un par de reseñas
que tengo pendientes. Pero, esa vuelta terminó en la biblioteca, como es usual,
y recordando la recomendación de Trotalibros, decidí buscar ‘La Carretera’.
Como vi que lo tenían le eché un vistazo rápido y me vine a casa con él.
Hay muchas cosas que
llaman la atención a priori de ‘La Carretera’, pues tiene un tipo de narración
muy característico y, en mi opinión, original. A primera vista, la narración omnisciente
parece algo densa, podemos esperar mucho esa división en capítulos que nunca
llegará, pues la única división que hay es por párrafos. Solo posando la mirada
en la página, ya tenemos una sensación de agobio, que creo que es la misma que
nos trasmite la historia. Apenas encontramos comas, con muchas frases enlazadas
con “y”, las frases son cortas, y cada vez más escuetas a medida que vamos
avanzando página tras página.
Otra cosa muy llamativa
es la carencia de diálogos como tales, pues están incorporados en los párrafos.
Hay algunas líneas, aparte, que indican algo más claramente los diálogos, pero
en su mayoría se encuentran integrados en los párrafos, ayudando a crear ese
clima de agobio.
Por estas
particularidades, la lectura al principio es algo lenta. Y este es el único contra que le puedo encontrar a esta novela. Además, al comienzo de
la narración el lenguaje es mucho más poético, con descripciones plagadas de metáforas
y elementos muy visuales. Casi puedes visualizar lo que ven los personajes sin
ningún esfuerzo. Gracias a esto, podemos compensar la poca información que nos
dan sobre qué ha sucedido exactamente. Un gran cataclismo, eso está claro, pero
en ningún momento nos dicen de que tipo. Únicamente podemos ver las consecuencias,
y estas no son para nada halagüeñas.
Asimismo, encontramos
retazos del pasado entremezclados con el presente de forma poco previsible y
que pueden desorientarnos un poco. No son gran cosa, ni podemos sacar mucho de
ellos; pero es suficiente para crear un clima de ausencia y de pérdida muy
fuerte. Poco a poco, estos recuerdos van desapareciendo, y nos dejan solo con
el crudo presente del día a día. También hay algo que se evita y es mencionar
el futuro. Dadas las circunstancias, es totalmente comprensible, pero resulta
descorazonador.
En este marco, se nos
narra la historia de un padre y su hijo que huyen del frío y van hacia el sur,
en busca de un ambiente más cálido y en busca de la esperanza. Las diferencias
entre ambos personajes, y el choque entre ellos es una delicia para el lector.
El padre es plenamente consciente de todo, de lo que pasa, de cómo funcionan
las cosas… y en el otro lado tenemos a su hijo, con los restos de una
mentalidad inocente e infantil que, a lo largo de la lectura va creciendo. Creo
que se complementan muy bien, ofreciéndonos diferentes puntos de vista de unos
mismos sucesos, y poniéndonos en su lugar tal vez demasiado bien como para
sentirnos cómodos.
Y no es solo que se
complementen, es que llegado un punto entendemos que no podrían seguir adelante el
uno sin el otro. En ese mundo vacío, cada uno se esfuerza por darle al otro lo
que necesita para seguir adelante. Ambos luchan, a su manera, y ambos tratan de
encontrar una luz y un buen final. De esta forma, a veces surgirán conflictos
entre ambos, pues sus formas de ser y de ver la vida son bien diferentes. Pero,
incluso estos choques son necesarios para ellos, pues son como un toque de
cordura entre tanta locura.
Es también escalofriante
ver como el padre describe a su hijo, tanto físicamente como en otros aspectos, yo diría hasta desesperanzador ver al
niño a través de los ojos de su padre. Es imposible no sufrir con él y temer
con él por su hijo. Y la preocupación que tiene por sacarle adelante más de una
vez os empañará los ojos. Es estremecedor ver cómo, en un mundo completamente
desolado, destruido y cuya sola visión ya rompe el alma, el padre trata, a toda
costa de proteger a su hijo, de suavizarle la realidad con medias verdades y
conversaciones vagas.
Os habréis fijado que en
ningún momento les he llamado por su nombre. El lector nunca llega a
conocerlos. Lo que llegamos a conocer de ellos es muy poco, pero, a la vez muchísimo. Tal vez,
trasmitiéndonos esa sensación de vacío, de soledad, de que ya tal vez, solo
estén ellos en el mundo. Desde luego, según vamos viendo el panorama,
desearíamos que ellos estuvieran solos en el mundo, pues así nadie podría
hacerles ningún daño. Pero, sobre lo que les pase o deje de pasar no diré nada.
Es imposible no
simpatizar con ellos, no sentir lo que sienten, aunque sea una ínfima parte.
Porque, tanto nosotros como ellos, sabemos que incluso hasta siendo optimistas,
intentando pensar en los mejor, la realidad es bien diferente. En esta novela
vamos a ver la verdadera cara del ser humano, en su momento más desesperado.
Esto es, cuando vemos lo mejor y lo peor de las personas. Y lo peor nunca suele
ser agradable.
Agradezco muchísimo la
recomendación y creo que es un libro que todo el mundo debería leer y darle una
oportunidad. Digo darle una oportunidad porque puede que al principio resulte
diferente, choque un poco e incluso nos resulte pesado de leer. Antes de darme
cuenta, estaba enganchada, y pasaba página tras página sin apenas pensar en
nada más que en la trama. La cruda belleza de la narración te atrapará y la
intriga y el cariño por los personajes te obligará a leer hasta el final. No es
un libro que nos encontremos todos los días, y por ello es una lectura algo
especial. Para una tarde tranquila, en la que no vayamos a hacer nada y nos
apetezca reflexionar es ideal.
Valoración global: 8,5/10