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sábado, 6 de octubre de 2012

Cormac McCarthy: La Carretera





  • Título original: The Road
  • Saga: Libro independiente
  • Autor: Cormac McCarthy
  • Número de páginas: 224 páginas
  • Editorial: Mondadori
  • ISBN: 9788439720775
  • Año de edición: 2007
  • Plaza de edición: Barcelona

"La carretera, novela galardonadacon el premio Pulitzer 2007 y best seller literario del año en Estados Unidos, transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje con él. Rodeados de un paisaje baldío, amenazados por bandas de caníbales, empujando un carrito de la compra donde guardan sus escasas pertenencias, recorren los lugares donde el padre pasó una infancia recordada a veces en forma de breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frío «capaz de romper las rocas»."

Para hoy tenía un plan completamente diferente: salir a dar una vuelta, y escribir un par de reseñas que tengo pendientes. Pero, esa vuelta terminó en la biblioteca, como es usual, y recordando la recomendación de Trotalibros, decidí buscar ‘La Carretera’. Como vi que lo tenían le eché un vistazo rápido y me vine a casa con él.

Hay muchas cosas que llaman la atención a priori de ‘La Carretera’, pues tiene un tipo de narración muy característico y, en mi opinión, original. A primera vista, la narración omnisciente parece algo densa, podemos esperar mucho esa división en capítulos que nunca llegará, pues la única división que hay es por párrafos. Solo posando la mirada en la página, ya tenemos una sensación de agobio, que creo que es la misma que nos trasmite la historia. Apenas encontramos comas, con muchas frases enlazadas con “y”, las frases son cortas, y cada vez más escuetas a medida que vamos avanzando página tras página.

Otra cosa muy llamativa es la carencia de diálogos como tales, pues están incorporados en los párrafos. Hay algunas líneas, aparte, que indican algo más claramente los diálogos, pero en su mayoría se encuentran integrados en los párrafos, ayudando a crear ese clima de agobio.

Por estas particularidades, la lectura al principio es algo lenta. Y este es el único contra que le puedo encontrar a esta novela. Además, al comienzo de la narración el lenguaje es mucho más poético, con descripciones plagadas de metáforas y elementos muy visuales. Casi puedes visualizar lo que ven los personajes sin ningún esfuerzo. Gracias a esto, podemos compensar la poca información que nos dan sobre qué ha sucedido exactamente. Un gran cataclismo, eso está claro, pero en ningún momento nos dicen de que tipo. Únicamente podemos ver las consecuencias, y estas no son para nada halagüeñas.

Asimismo, encontramos retazos del pasado entremezclados con el presente de forma poco previsible y que pueden desorientarnos un poco. No son gran cosa, ni podemos sacar mucho de ellos; pero es suficiente para crear un clima de ausencia y de pérdida muy fuerte. Poco a poco, estos recuerdos van desapareciendo, y nos dejan solo con el crudo presente del día a día. También hay algo que se evita y es mencionar el futuro. Dadas las circunstancias, es totalmente comprensible, pero resulta descorazonador.

En este marco, se nos narra la historia de un padre y su hijo que huyen del frío y van hacia el sur, en busca de un ambiente más cálido y en busca de la esperanza. Las diferencias entre ambos personajes, y el choque entre ellos es una delicia para el lector. El padre es plenamente consciente de todo, de lo que pasa, de cómo funcionan las cosas… y en el otro lado tenemos a su hijo, con los restos de una mentalidad inocente e infantil que, a lo largo de la lectura va creciendo. Creo que se complementan muy bien, ofreciéndonos diferentes puntos de vista de unos mismos sucesos, y poniéndonos en su lugar tal vez demasiado bien como para sentirnos cómodos.

Y no es solo que se complementen, es que llegado un punto entendemos que no podrían seguir adelante el uno sin el otro. En ese mundo vacío, cada uno se esfuerza por darle al otro lo que necesita para seguir adelante. Ambos luchan, a su manera, y ambos tratan de encontrar una luz y un buen final. De esta forma, a veces surgirán conflictos entre ambos, pues sus formas de ser y de ver la vida son bien diferentes. Pero, incluso estos choques son necesarios para ellos, pues son como un toque de cordura entre tanta locura.

Es también escalofriante ver como el padre describe a su hijo, tanto físicamente como en otros aspectos, yo diría hasta desesperanzador ver al niño a través de los ojos de su padre. Es imposible no sufrir con él y temer con él por su hijo. Y la preocupación que tiene por sacarle adelante más de una vez os empañará los ojos. Es estremecedor ver cómo, en un mundo completamente desolado, destruido y cuya sola visión ya rompe el alma, el padre trata, a toda costa de proteger a su hijo, de suavizarle la realidad con medias verdades y conversaciones vagas.

Os habréis fijado que en ningún momento les he llamado por su nombre. El lector nunca llega a conocerlos. Lo que llegamos a conocer de ellos es muy poco, pero, a la vez muchísimo. Tal vez, trasmitiéndonos esa sensación de vacío, de soledad, de que ya tal vez, solo estén ellos en el mundo. Desde luego, según vamos viendo el panorama, desearíamos que ellos estuvieran solos en el mundo, pues así nadie podría hacerles ningún daño. Pero, sobre lo que les pase o deje de pasar no diré nada.

Es imposible no simpatizar con ellos, no sentir lo que sienten, aunque sea una ínfima parte. Porque, tanto nosotros como ellos, sabemos que incluso hasta siendo optimistas, intentando pensar en los mejor, la realidad es bien diferente. En esta novela vamos a ver la verdadera cara del ser humano, en su momento más desesperado. Esto es, cuando vemos lo mejor y lo peor de las personas. Y lo peor nunca suele ser agradable.

Agradezco muchísimo la recomendación y creo que es un libro que todo el mundo debería leer y darle una oportunidad. Digo darle una oportunidad porque puede que al principio resulte diferente, choque un poco e incluso nos resulte pesado de leer. Antes de darme cuenta, estaba enganchada, y pasaba página tras página sin apenas pensar en nada más que en la trama. La cruda belleza de la narración te atrapará y la intriga y el cariño por los personajes te obligará a leer hasta el final. No es un libro que nos encontremos todos los días, y por ello es una lectura algo especial. Para una tarde tranquila, en la que no vayamos a hacer nada y nos apetezca reflexionar es ideal.

Valoración global: 8,5/10