Fevre Dream - George R.R. Martin

Fevre Dream (Sueño del Fevre) – George R.R. Martin (Traducción de Cristina Macía)

Gollanz (Gigamesh en España), 391 páginas, 7.99 libras €

9781407247298

“En 1857, la cuenca del Misisipi bulle de actividad: los vapores señorean sus aguas en feroz competencia. Cuando Joshua York le ofrece sacar a flote su naviera a cambio de unas pocas condiciones, sencillas aunque misteriosas, el capitán Marsh ve realizado su sueño: ser el patrón del vapor más rápido del río. Pero los sueños de ambos se verán infiltrados por una pesadilla que anegará de sangre los fondeaderos.

Para su segunda novela en solitario, Martin eligió el Misisipi de Mark Twain como escenario histórico de la que ha llegado a consagrarse como una de las novelas de vampiros más celebradas de todos los tiempos. Una atmósfera sobrecogedora construida con maestría, la recreación impecable del marco histórico y un tratamiento del monstruo cercano a la ciencia ficción que remite al mismísimo Stoker han convertido Sueño del Fevre en otra novela de referencia de un escritor tan rotundo como polivalente.”

Sinopsis de la edición de Gigamesh

Fan acérrima de Martin con su gran saga de Hielo y Fuego, y a la vez ligeramente desencantada por el rumbo que esta está tomando últimamente, llevaba tiempo diciendo que quería animarme con alguna novela fuera de ese mundo. Así pues me animé con este porque tenía un factor que me llama la atención especialmente: vampiros.

Aunque me ha dejado muy buen sabor de boca tengo que decir que es una novela a la que me ha costado ligeramente engancharme. Y el motivo a esto es muy simple: los barcos de vapor. Se nota que a Martin le gustan, le apasionan los barcos de vapor. Eso, o se ha documentado muy bien y quería dejarlo claro. Pero al comienzo de la novela se recrea con ellos cosa mala. Junto a las detalladas descripciones de menús, las descripciones al detalle de los barcos de vapor me hicieron tardar en cogerle el ritmo a la novela, por la ausencia de trama, pero una vez se establecieron las primeras premisas de esta…

Algunos sabréis que tiendo a leer en ratos libres en el trabajo por lo que tener que cerrar el libro para hacer lo que tenía que hacer trabajar era, a veces, era una tortura. Y obviamente no podía hacer como si estuviera en casa y decir, bueno, qué más da, un capítulo más y ya pagaré mañana la falta de sueño. Una vez la trama se presenta, pasadas las primeras 70 páginas, me costaba horrores cerrar el libro y dejar de leer.

Martin es un maestro a la hora de cerrar un capítulo y que te deje convencido para leer al menos uno más. Y luego otro. Y otro. Este libro me ha resultado tremendamente adictivo, superado el bache inicial. Eso si, tengo que reconocer que cada vez que se ponía a describir los platos de una mesa con detalle… tendía a leer por encima. También hacia la mitad del libro hay un bajón importante en el que tiene que volver a construir parte de la trama y pierde algo de fuelle, pero rápidamente vuelve a coger ritmo.

Y creo que el libro tiene además un mérito mayor porque la trama en si, bueno, si has leído algunos libros de vampiros verás que la trama tampoco es realmente novedosa o revolucionaria en el género. Y aún así es increíblemente adictivo. Es cierto que no es el mito vampírico clásico, ni se corresponde con versiones más modernas, pero la esencia, el conflicto que nos ocupa, ya ha sido tratado en la literatura. Lo que me ha gustado es como ha sido capaz de interesarme en él, en parte por los personajes, en parte por su forma de llevar la historia.

Me han fascinado los personajes, sobre todo, y contra todo pronóstico, los humanos. Los vampiros son lo que esperaba: bellos, oscuros, algunos tremendamente malvados y retorcidos y almas torturadas. Un buen vampiro, vaya. Pero que si lo piensas bien, con excepciones contadas, tampoco te da mucho juego. Pero los humanos son increíbles. Me ha encantado el personaje de Marsh, que crea un gran contraste con los vampiros en todos los sentidos. Y sobre todo, Billy Tipton, menuda maravilla de personaje. Cómo puede inspirar sentimientos tan opuestos en la lectura.

Me ha encantado el final, como concepto brillante. Ahora bien, yo lo hubiera alargado un poco. Hacia el final del libro hay una especie de break y tarda un poco en resolver todo para, cuando lo hace, dejarme con la sensación de que lo ha hecho muy rápido. Ha usado muchas páginas para llevarnos hasta ahí y luego lo ha cerrado todo rápido con cuatro frases. Aunque eso sí, ¡pero qué frases! De haber equilibrado un poco mejor la narración se llevaría las cinco estrellas.

Frevre Dream tras un pequeño bache inicial me ha mantenido muy enganchada a sus páginas. Quitando unas descripciones muy detalladas de barcos de vapor y mesas llenas de comida, la ambientación es sencillamente fabulosa. Martin es un maestro para evitar que termines un capítulo y cierres el libro con la conciencia tranquila. Aderezado con unos personajes brillantes, más del lado humano que del vampiro, nos sumergiremos en el Mississippi más oscuro en el que todo termina de forma demasiado abrupta para mi gusto. Nunca pensé que diría esto pero ojalá hubiera alargado algo el desenlace.