La llamada de la sangre - Poppy Z. Brite

Título: La llamada de la sangre (Drawing blood)
Autor: Poppy Z. Brite
Libro autoconclusivo
Traducción: Carlos Lacasa Martín
Editorial: La Factoría de Ideas
Número de páginas: 337 páginas
Precio: 18.95 €
ISBN: 9788498001390
 

“Robert McGee es un hombre que vive bajo una oscura nube. Es el célebre dibujante del tebeo underground "Birdland", y se ha mudado con su familia de Texas a Nueva Orleáns, y por fin a Missing Mile, en Carolina del Norte. Pero es incapaz de escapar al alcoholismo y a la violencia que se han convertido para él en una segunda naturaleza. Poco después de asentarse en una granja decrépita, Robert mata a su mujer y a su hijo menor antes de suicidarse. Solo queda vivo Trevor, su hijo de cinco años.

Veinte años después, Trevor regresa a la casa en la que vivió y murió su familia. Es entonces cuando conoce a Zachary Bosch, un pirata informático de Nueva Orleans que huye de la ley”

Poppy Z. Brite es una escritora que, aunque es muy poco conocida, me gusta bastante a pesar de que solo he leído dos de sus libros y es que es relativamente complicado encontrarlos de por sí. Sus libros son complicados de describir ya que tienen un tono oscuro, desamparado, a veces da algo de miedo y a veces es simplemente siniestro, romántico y trágico. En serio, no sé cómo explicarlo mejor, es muy peculiar.

Brite tiene otro libro, publicado antes que este y llamado El alma del vampiro. Recomiendo leerlo antes de leer este libro porque, aunque no se trata de una saga ni son continuación uno del otro, si que tiene algunos guiños de este primero, ya que tienen lugar en el mismo pueblo disfrutaremos de las apariciones y menciones de esos personajes en este libro. Si no los conoces, te resultará indiferente, pero si conoces a los personajes, te alegrará saber cómo les va.

La llamada de la sangre es un libro que me ha resultado algo caótico al principio. Como cuenta dos historias, la de Trevor y la de Zack, me ha costado un poco entender a dónde iba cada uno, cómo eran y de qué iba cada trama ya que en un principio me resultaba todo demasiado ambiguo. Y es que tras un prólogo muy intenso, narrado en pasado y que nos sumerge de lleno en una historia trágica, sangrienta y decadente, cambiamos a una tercera persona varios años adelante, cuando las cosas ya han cambiado mucho.

Trevor y Zack son dos chicos completamente diferentes. Trevor, sin haber superado aún el hecho de que su padre asesinara a toda su familia menos a él, trata de ganarse la vida como dibujante, pero no atraviesa un buen momento creativo. Zack, un chico solitario, que tiende a separarse de la gente. Un pirata informático, de los primeros, para quien nada es imposible y todo está al alcance de un clic.

Y es que una de las cosas que más me ha gustado del libro ha sido la relación de los personajes. Brite es una autora que, desde mi punto de vista, no se corta un pelo: si algo es sangriento, lo describe, si el amor es destructivo lo trasmite, y si habla de sexo habla de sexo sin tapujos. Por ejemplo en este libro hay varias escenas de sexo, tanto heterosexuales, como homosexuales. Es algo que quería comentar porque sé que igual que a alguno le puede llamar la atención el asunto, a otros os puede echar para atrás porque no sea de vuestro agrado. Desde mi punto de vista, Brite sabe como describir todo lo que se propone, sin caer en clichés ni quitarle dramatismo u oscuridad a la escena.

La novela en general me ha parecido que tenía buen ritmo, una dinámica bastante entretenida. No obstante, a la mitad sí que he notado como un parón en el que hay unas cuantas páginas de no pasar nada en realidad. Aunque, sí que es cierto que te ayudan a cogerles mucho cariño a los personajes ya que se profundiza en sus personalidades, ambiciones, deseos y forma de ser.

Por otro lado hay algo que también me ha decepcionado y es que me esperaba una mayor presencia de elementos sobrenaturales. No os penséis que no lo hay, nada de eso, es solo que me esperaba algo más delineado, y lo que he encontrado me ha dejado con ganas de más. Aunque también es cierto que la historia se sitúa en ese débil punto entre realidad y ficción en el que no tienes muy claro en cuál de las dos te estás moviendo y si podría tratarse de algo que tal ocurriera.

Y sobre el final poco os puedo contar como siempre. La narración va cogiendo ritmo, tintes paranormales y un rumbo un tanto surrealista, con el que hasta llegué a plantearme si esto era coherente con la trama o rompía todas mis ideas sin gustarme nada o me dejaba totalmente encantada. En realidad, al final de todo, ni una cosa ni la otra, aunque os puedo decir que el final me pilló totalmente desprevenida y tiene un encanto especial.

La llamada de la sangre es una novela cargada de oscuridad, sexo, drogas, rock and roll y fantasmas sedientos de sangre. Nos sumergiremos en la vida de dos chicos, Trevor, cuyo padre asesinó a toda su familia menos a él y a Zack, un pirata informático sin ningún código moral y ético. Las vidas de ambos se entrecruzarán de una forma inesperada, cambiándolas repentinamente. Todo ello aderezado con un toque paranormal, sangriento y oscuro con un ambiente muy trabajado y muy centrado en los personajes y su desarrollo psicológico.