It (Eso) - Stephen King

Título: Eso (It)
Autor: Stephen King
Libro autoconclusivo
Editorial: Debols!llo
Número de páginas: 1503
Precio: 11.50 €
ISBN: 9789685964869
Año de publicación: 2006

“¿Quién o qué mutila y mata a los niños de un pequeño pueblo norteamericano? ¿Por qué llega cíclicamente el horror a Derry en forma de un payaso siniestro que va sembrando la destrucción a su paso? Esto es lo que se proponen averiguar los protagonistas de esta novela. Tras veintisiete años de tranquilidad y lejanía, una antigua promesa infantil les hace volver al lugar en el que vivieron su infancia y juventud como una terrible pesadilla. Regresan a Derry para enfrentarse con su pasado y enterrar definitivamente la amenaza que los amargó durante su niñez. 

Saben que pueden morir, pero son conscientes de que no conocerán la paz hasta que aquella cosa sea destruida para siempre.”

A pesar de conocer la historia, porque seamos sinceros, no es una historia que resulte desconocida, It era un libro que nunca había leído por el gran número de páginas que me echaba para atrás. Entonces, ¿qué mejor motivación que ponerse con una lectura conjunta? Esta lectura conjunta ha sido organizada por Sileny, Sub_zero y Miyu, cuyos blogs sigo y personalmente, recomiendo.

 Y no os voy a mentir, It es un señor tocho, con todas las letras. No he podido leerlo de forma rápida. Por ejemplo, a mi me gusta sentarme un día y poderme a leer sin control para leer unas quinientas seiscientas páginas de una sentada, pero con este libro no he podido. Me ha resultado demasiado detallista para hacer eso, me daba la impresión de que no estaba dosificándolo y que, si leía demasiado terminaba saturándome.

El libro está dividido en cinco partes, con varios interludios, todos ellos divididos en capítulos y narrados en tercera persona. En este sentido es bastante dinámico, porque los capítulos son relativamente cortos y eso hace que sea fácil de leer. Además, tal vez ya lo sepáis, pero el libro alterna dos líneas temporales, una del pasado, cuando los protagonistas eran unos niños, y la del presente, con los protagonistas ya crecidos. Esto no me ha resultado ni lioso ni repetitivo, sino que me ha animado en la lectura al saber que pasó antes y qué podría pasar ahora. Ver cómo eran antes los personajes y cómo son ahora. Creo que le aporta muchos matices.

Lo que me ha resultado tal vez un poco más denso es el principio, ya que Stephen tiene que presentar a todos los personajes protagonistas, y al tratarse de un grupo relativamente grande, tarda bastante en presentarlos a todos ya que lo hace de forma individual. Por una parte, es positivo, porque te quedas con cada uno y sus características, de forma que sabes quién es quién. Pero por otro lado, terminé un poco saturada de tanta presentación y quería leer algo más de acción. Quería que comenzase a animarse el asunto y entrasen en materia. Además, y eso es algo que creo que pasa mucho, al tener tantos protagonistas, es sencillo sentirse identificado con uno u otro.

También hacia la mitad del libro, sentí como un pequeño bajón en la dinámica de la trama. Como que se quedaba algo colgada la historia. No mucho, ya que una trama se solapa con la otra y realmente el libro está entretenido, pero si que es algo que he notado y que me ha costado un poco pasar del ecuador del libro. Eso sí, una vez pasada la mitad del libro, va volviendo a coger velocidad en los acontecimientos y nos va atrapando entre los protagonistas, el trasfondo y los antagonistas.

Una de las cosas que menos me suele gustar de Stephen King es que a veces le pone demasiado detalle a todo. Que si hay un cartel, por ejemplo, te describe el cartel, los desperfectos que tiene, lo que pone, y los cuatrocientos graffitis que han sido pintados en él a lo largo de la historia. Sin embargo en este libro, no he tenido esa sensación de exceso de detalles absurdos. Es cierto que hay muchos detalles, pero todos me parecían relevantes. Excepto cuando se pone escatológico y sencillamente asqueroso, esos siempre puede ahorrárselos.

En este caso, el trasfondo del libro me ha conquistado, esto es, todo lo que rodea a It. Esperaba que fuera más simple de los que realmente ha sido. Todos sabemos que hay algo que secuestra y mata a los niños de Derry pero cuando descubrí la complejidad del asunto no podía sino quitarme el sombrero ante la maestría de King. Porque no solo estamos ante un libro de terror en el que hay un elemento que de miedo, es que las características del mismo, y su historia, si te paras a pensarlo son verdaderamente escalofriantes por lo que ello conlleva. Me ha gustado como Stephen juega con superstición, realidad, y miedo mezclándolos en la novela.  Y, aunque hay idas de pinza, ya que de lo contrario no sería Stephen, no me ha parecido especialmente fuera de lugar.

Las últimas doscientas, trescientas páginas han sido realmente lo peor para mí. No por el miedo, sino por estar tan intrigada por tener que saber cómo acababa, que no podía dejar el libro de lado. No me había enganchado especialmente hasta ese momento, sino que iba leyendo un poco cada día. Pero a medida que se iba acercando el final, y especialmente en esas últimas páginas, estaba completamente absorbida por el misterio, por cómo iba a resolverse todo y por saber qué pasaría con cada uno de los protagonistas.

Y es que el final no me ha decepcionado nada. Era en parte lo que esperaba, pero aunque fuera predecible y se lo viera venir, otras cosas me han sorprendido y ha sido una lectura grata hasta el final.

It es un libro que me imponía bastante respeto, por el tamaño y el autor, pero que una vez vencido eso y puesta a la lectura te olvidas rápidamente. Contamos con muchos protagonistas, razón por la cual al principio se hace un poco pesado, cada uno diferente y peculiar, de forma que es fácil empatizar con alguno. Viviremos sus aventuras cuando eran niños, y ahora, en el presente de adultos, conociéndoles en ambos momentos y viendo como se enfrentan a algo mucho mayor que ellos. No es un libro que me haya dado miedo, pero sí me ha mantenido en tensión en momentos y a medida que me acercaba al final, no podía despegarme de él.