Black Mirror: Primera y segunda temporada

Título original: Black Mirror

Género: suspense, drama, ciencia ficción.

Creado por: Charlie Brooker

Guionista: Charlie Brooker

Reparto: diferente en cada capítulo.

Primera y segunda temporada de 3 capítulos de unos 45 minutos de duración

 Charlie Brooker explicó el porqué del título de la serie a The Guardian, y señaló: "Si la tecnología es una droga -y se siente como una droga- entonces, ¿cuáles son los efectos secundarios? Aquí -entre el placer y el malestar- es donde Black Mirror, mi nueva serie, está establecida. El Black Mirror del título es lo que encontraréis en cada muro, en cada escritorio, en la palma de cada mano: la pantalla fría y brillante de un televisor, un monitor, un teléfono inteligente."

Si tuviera que describir a Black Mirror en pocas palabras serían: una crítica personal completamente diferente a las que estamos acostumbrados. Últimamente, las series británicas apuestan mucho por la originalidad, los buenos guiones y sobre todo, por cosas que llamen la atención de la calidad que tienen. Con esta serie, desde mi punto de vista lo han conseguido.

Es una serie muy cortita, solo tiene dos temporadas cerradas, de tres capítulos. Además, estos tres capítulos son independientes y conclusivos. Es decir, se pueden ver como a uno le de la gana, seguidos o distanciados en el tiempo. No hay un hilo que vayamos a perder o información que se nos quede en el tintero. Para nada, lo que vemos es lo que hay. Aunque, también he de decirlo, es de esas series que te hacen pensar más allá de lo que has visto en la pantalla.

Como bien dice su creador, la tecnología a una parte importante de la serie, al igual que lo es de nuestras vidas. Desde mi punto de vista los capítulos parten siempre de una misma premisa: “¿Qué pasaría si…?” Esta premisa es desarrollada con detalle en el capítulo, de forma que nos muestran la situación con todo lujo de detalles. Y aquí viene lo bueno. Cuando piensas sobre ello, no puedes evitar el realismo que emana la serie. Bueno, poned ese realismo entre comillas, pero ahora me explico mejor.

En la serie, como podemos intuir, vamos a encontrar una gran crítica social actual. Pero no encaminada hacia la política o la sociedad en general, sino a nosotros mismos como individuos. Una crítica política, puede dejarte indiferente si no tienes mucho interés en la política. Pero una crítica a nivel de individuo, personal, es algo que te llega sí o sí. Nos muestra cosas que hacemos, o que pensamos que podríamos llegar a hacer. Es algo que, quieras o no te toca y eso hace mucho más personal la serie.

Es cierto que parte de premisas que no son reales, pero el desarrollo es tan coherente, tan cuidado, tan preciso que te hace preguntarte si no estás viendo alguna clase de futuro profético y que, dentro de unos años, esto sea realidad. Más o menos, igual que el estilo que tiene la novela XXI, que reseñé hace no mucho en el blog. Y, creedme, son cosas que no queréis ver cumplidas. Tal vez en este sentido y en algunos capítulos, la serie peca de desagradable, pero esto pasa menos en la segunda temporada.

Ahora bien, si comenzáis a verla, tengo que decir que el primer capítulo, es muy bizarro. Pero cuando digo muy me refiero a increíblemente bizarro. Lo desagradable, lo digo mayormente por este. También, es el más flojo de la primera temporada, por lo que os animo a ver el segundo y el tercero, si el primero no os convence demasiado, porque cambia radicalmente el chip y ya te lleva a la parte más cuidada de la historia.

La segunda temporada, desde mi punto de vista, comienza bastante mejor que la primera. El segundo capítulo, ‘White bear’ es una maravilla. Sencillamente, para mi gusto el mejor de la serie. En serio, aunque no veáis nada más, tenéis que ver este capítulo. ¿Problema de la segunda temporada? Que tras este segundo capítulo brillante, el tercero queda muy deslucido. La premisa no es, ni de lejos tan interesante y tras el segundo, el tercero sabe a muy poco.

Esto es algo que también encontraremos en esta serie. Al tener capítulos muy buenos, los que no lo son tanto, quedan totalmente eclipsados por los otros. De hecho, puedes pasar de estar enganchada y escandalizada por un capítulo, a aburrirte mucho con el siguiente.

Black Mirror es una serie diferente. Parte de premisas actuales, llevadas a un hipotético futuro, que, a nuestros ojos, puede parecer no tan hipotético. De temporadas cortas y capítulos conclusivos, es perfecta para ver del tirón o espaciada en el tiempo. Aunque el piloto sea muy bizarro, so recomiendo seguir viéndola. Sobre todo, para aquellos que os gusten las series británicas, de rayadas mentales y que no sean lo mismo de siempre.

Lo que más me ha gustado: La premisa de la que parte la serie. Guión dinámico. Capítulos conclusivos y sorprendentes. Crítica personal.

Lo que menos me ha gustado: Algunos capítulos son algo malos y te dejan un mal sabor de boca.

Valoración global: 4/5