El Camino de Dagas & Nuevas Alianzas: citas

Aviso: este post contiene una selección de citas de 'El Camino de Dagas' y 'Nuevas Alianzas', por lo tanto, algunas pueden contener spoilers de la trama.

Por otro lado, esta vez he juntado las citas de 'El Camino de Dagas' y 'Nuevas Alianzas'. ¿Por qué? Esta vez me han salido muchas menos de las que normalmente apunto, así que, como el libro está dividido, he decidido juntar las citas.

Imagen por Kurosaki7

-Se suponía que una reina debía reflexionar, dirigir y mandar, nada de lo cual podría hacerse mientras intentaba realizar lo que cualquier soldado de su ejército haría mucho mejor.

-Hacerles frente [a los hombres] con cuchillos y lanzas resultaba mucho más fácil que amar a uno en particular. Muchísimo más. ¿Cómo se las arreglaban las mujeres para estar casadas con ellos? (reflexiones de Aviendha)

-Los planes se elaboraban para seguirlos a menos que hubiese un motivo para cambiarlos.

-Aviendha asentía con aprobación. Claro que la Aiel habría hecho igual si Elayne hubiera hundido un cuchillo en el corazón de Merilille. Aviendha siempre apoyaba a sus amigas hicieran lo que hicieran.

-¿Nynaeve admitiendo que había actuado como una idiota? ¡Estuvo tentada de mirar al sol para ver si se había vuelto verde!

-Sonriente, su mujer sacó una daga de algún sitio. Con todas las que llevaba escondidas, a veces Perrin se preguntaba cómo no acababa ensartado en una sólo al intentar abrazarla.

-Si algo había aprendido desde que se había casado, es que un hombre necesitaba poner los cinco sentidos para discutir un asunto con una mujer. (Perrin)

-Antaño hubo un soldado que amaba a su reina de lejos, consciente de que era un amor imposible, de que jamás osaría revelarlo. Ahora la reina ha desaparecido y sólo queda una mujer. Y la esperanza. ¡Ardo en esa esperanza! Si deseas que me marche, Maighdin, dilo. Una palabra. “Vete”. Solo una palabra. (Tallanvor a  Maighdin, ante los planes de esta)

-Mo sentía lástima pro ella. Era otra en una lista de hermanas, desde Moraines hasta Elaida, que habían metido la para, con el resultado de empeorar lo que deberían haber arreglado. (Cadsuane, reflexionando sobre Alanna)

-¿Crees que un hombre ha de ser duro? ¿O fuerte? –Su tono dejó muy claro que, a si entender, lo uno era distinto de lo otro.

-Casi todos los hombres consideran que son la misma cosa, Cadsuane Melaidhrin, pero lo fuerte resiste, y lo duro se hace pedazos. (Sorilea)

-Ha olvidado reír, excepto con amargura; no le quedan lágrimas. A menos que vuelva a encontrar la risa y el llanto, el mundo se enfrenta al desastre. Debe aprender que hasta el Dragón Renacido es de carne y hueso. (Cadsuane)

-Resultaba más fácil estar enfadada que asustada; más fácil enmascarar el miedo con la ira. (Egwene)

-No apruebo la mentira, Siuan. No por costumbre. Pero a veces es realmente necesario mentir. Siempre y cuando estés dispuesta a pagar por ello, claro. (Egwene)

-Menos mal que ahora tengo una cara muy dulce. Si la cosa sale mal, nos vestirán a las dos como muñecas y nos sentarán en una estantería para que nos admiren. Claro que también podemos “sufrir accidentes”. Las muñecas de rompen (Siuan a Egwene)

-Los muertos no pueden traicionar a nadie. (Lews Therin)

-Ignoraba cuantos habían muerto por sus errores, pero ninguno por su orgullo. De eso estaba seguro. (Rand)

-¡Estar enamorada de un hombre parecía consistir sobre todo en admitir ante una misma un montón de cosas irritantes! (Min, pensando en Rand)

-¿Cómo sabe uno cuando una mujer quiere matarte? –caviló Rand.

¿Cuándo ella sabe el nombre de uno? –Dobraine no hablaba como si bromease.

-No encontró nada ni descubrió nada. No. Comprendió que había averiguado algo: la confianza es un cuchillo, y su empuñadura era tan afilada como su hoja. Y con ese conocimiento llegó el dolor. (Rand)

-Los rumores se extendieron por las naciones como telarañas superpuestas, y hombres y mujeres planearon el futuro creyendo que sabían la verdad. Hicieron planes y el Entramado los absorbió, tejiéndolos hacia el futuro profetizado.